Podemos clasificar en tres tipos de sentidos perceptivos en los órganos sensoriales:
- Exteroceptores: Son los sentidos que recogen información del exterior.
- Interoceptores: Son los sentidos que nos informan del estado de las vísceras.
- Propioceptores: Son los sentidos que nos informan sobre los músculos y los movimientos del cuerpo.
1) Vamos a conocer cuales son los diferentes exteroceptores y su función en nuestra percepción.
Tenemos cinco exteroceptores y son más conocidos como los cinco sentidos: Gusto, olfato, tacto, audición y visión.
El gusto
El gusto es un sentido de carácter químico que puede interpretar dulce, salado, ácido y amargo por separado y también en combinación.
El órgano sensorial del gusto se compone de unas células llamadas papilas gustativas,
que recubren la superficie de la lengua y generan un impulso nervioso que es
conducido al cerebro.
El olfato
Mediante el olfato podemos oler aquellos vapores o sustancias que contienen moléculas susceptibles de volatizarse o difundir partículas microscópicas en el aire.
El proceso olfativo se produce cuando las partículas olorosas entran en contacto con
nuestra mucosa olfatoria a través del aire inspirado. Después el olor pasa del bulbo
olfatorio a la corteza cerebral y lleva su mensaje al sistema límbico.
Es bastante complicado describir un olor.
La visión
Los ojos son, probablemente, el órgano sensorial más importante y trabajan juntos para transmitir imágenes al cerebro por el nervio óptico.
Cada ojo contiene las siguientes partes:
La córnea: En contacto con el exterior. Es una membrana transparente cuya función principal es refractar la luz.
El humor acuoso: Es un fluido claro que proporciona alimento a la córnea y se recicla completamente cada cuatro horas.
El iris: Está detrás del humor acuoso, controla la cantidad de luz que entra en el ojo cambiando el tamaño de la pupila y es responsable del color de los ojos.
La pupila: Pequeño orificio circular en el centro del iris que regula la cantidad de luz que entra en el ojo. Se dilata en caso de que la luz sea escasa y se contrae si es muy intensa.
El cristalino: Está detrás de la pupila y ayuda a la córnea a enfocar la luz en el fondo del ojo, en la retina. Este proceso se denomina acomodación.
El humor vítreo: Es una sustancia gelatinosa que rellena la cámara principal del ojo y su función es que la luz enfocada por la lente no sufra ninguna desviación.
La retina: Está detrás del humor vítreo y recubre la pared interior del ojo. Contiene receptores que son sensibles a la luz, vasos sanguíneos y una red de neuronas que transmiten la información al cerebro.
Nervio óptico: Conjunto de fibras nerviosas que conducen las señales neuronales al cerebro.
La audición
El oído es fundamental para la comunicación por medio del lenguaje. Somos muy sensibles a las diferencias de sonidos y podemos detectar las diferencias entre millones de voces humanas. Algunas personas, músicos e invidentes tienen esta capacidad especialmente desarrollada.
Hay tres partes principales en el oído:
- El oído externo: Recopila los sonidos y los envía hacia una membrana tensa llamada tímpano, que vibra con estas ondas.
- El oído medio: Este transmite las vibraciones del tímpano a través de una cadena de tres huesecillos llevándolas hasta el caracol (en el oído interno) denominado cóclea, que está lleno de líquido y contiene células ciliares.
- El estribo: Produce desplazamientos del líquido en el oído interno, que estimulan las terminaciones nerviosas, donde realmente comienza el proceso auditivo. Las células nerviosas estimuladas envían la señal por el nervio auditivo hasta el lóbulo temporal del cerebro, donde el estímulo eléctrico es procesado.
El tacto
El sentido del tacto es aquel que nos permite percibir cualidades de los objetos y medios como la presión, temperatura, textura y dureza.
La parte del cerebro que gobierna el tacto es el lóbulo parietal y el órgano principal es el órgano más extenso del cuerpo: la piel.
La piel consta de tres zonas:
- Zona externa (epidermis): Cuyas células muertas son insensibles.
- Zona Intermedia (capa de Malphigi): Formada por células hijas que suben a la epidermis, sustituyendo a las que se mueren.
- Profunda (dermis): Tiene células vivas y aloja los corpúsculos nerviosos sensibles al calor, frío, relieve o textura y presión.
Para ser conscientes de sentir el tacto, su información debe llegar a la corteza cerebral.
2) Los interoceptores:
Las funciones interoceptivas se refieren a aquellos estímulos o sensaciones que provienen de los órganos internos del cuerpo humano, como las vísceras, y que nos dan información acerca de las mismas y su estado.
Algún ejemplo podría ser el dolor de estómago, la sensación de sed, las náuseas, la sensación de hambre.
Estos sensores, como si fuesen alarmas de incendios, están normalmente dormidos y sólo se despiertan cuando hay un estímulo importante, como la inflamación de un órgano.
La alarma puede llegarnos a la conciencia de maneras muy diferentes o afectar la conducta de manera inconsciente mediante sueños o antojos (por ejemplo, si el cuerpo necesita sal o azúcar).
Por ejemplo, en el corazón, donde normalmente no tendría sentido estar consciente de cada latido, los interoceptores correspondientes duermen la mayor parte del tiempo. Pero cuando los despierta un estímulo extraño (que puede ser mecánico, químico o eléctrico), los latidos llegan a nuestra consciencia. Llamamos a eso "taquicardia". La mayoría de las veces no hay diferencias reales con el latir normal del corazón, pero dado que nunca sentimos los latidos, la nueva sensación nos parece verdaderamente alarmante.
3) Los propioceptores:
Los propioceptores alteran al organismo y son responsables de la recopilación de información acerca de los cambios de posición y de la velocidad angular de una articulación.
Los propioceptores se encuentran en los músculos, articulaciones y tendones.
Todos ellos trabajan en colaboración con el objetivo de ayudar al cuerpo a reconocer la orientación y el movimiento de sus diferentes conocimientos físicos.
Se conoce que las habilidades se adquieren relacionadas con la madurez del sistema nervioso central.
El esquema de los propioceptores incluye la percepción de los propios movimientos, la percepción del propio entorno, el conocimiento de la propia capacidad de movimiento, así como cualquier experiencia sensorial que se relacione.
Hay dos tipos de propiocepción:
- La propiocepción consciente: controlada por el cerebro.
- La propiocepción inconsciente: controlada por el cerebelo.
En conclusión, estos órganos sensoriales de la percepción nos permiten obtener la capacidad de captar a través de los sentidos los sentidos exteriores e interiores para poder percibir correctamente nuestras capacidades y reflejarlas en relación con el mundo exterior.
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